Tabaco y diabetes: una combinación peligrosa

La mano de un hombre rompiendo el cigarrillo

El tabaco y la diabetes forman una dupla que pone en riesgo la salud de millones de personas en todo el mundo. Diversos estudios y organizaciones de salud alertan sobre los efectos adversos de esta combinación, que no solo complica el manejo de la diabetes, sino que también incrementa el riesgo de desarrollar complicaciones graves.

 

Impacto del tabaco en la diabetes

Fumar es conocido por ser un factor de riesgo para múltiples enfermedades, pero su relación con la diabetes tipo 2 es particularmente preocupante. La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca que los fumadores tienen entre un 30% y un 40% más de probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2 en comparación con los no fumadores. El tabaco afecta la forma en que el cuerpo maneja la insulina, lo que dificulta el control de los niveles de glucosa en sangre, esencial para las personas con diabetes.

La Federación Argentina de Diabetes (FAD) advierte que, además de aumentar el riesgo de desarrollar diabetes, fumar agrava las complicaciones de esta enfermedad. Según la FAD, los fumadores diabéticos tienen un riesgo significativamente mayor de sufrir enfermedades cardiovasculares, insuficiencia renal, neuropatías y problemas de cicatrización, lo que puede llevar a amputaciones.

Estadísticas alarmantes

La OMS informa que aproximadamente 1.5 millones de personas mueren cada año debido a complicaciones derivadas de la diabetes. Cuando se agrega el tabaco a la ecuación, las cifras se vuelven aún más alarmantes. Los estudios muestran que los diabéticos fumadores tienen un doble riesgo de mortalidad por enfermedades cardiovasculares en comparación con los no fumadores.

En Argentina, la situación es particularmente grave. La FAD estima que alrededor del 10% de la población adulta padece diabetes, y un porcentaje significativo de estos pacientes son fumadores. Esto plantea un desafío enorme para el sistema de salud pública, que debe lidiar con el aumento de las complicaciones y la mortalidad asociadas a esta combinación.

Prevención y recomendaciones

Tanto la OMS como la FAD enfatizan la importancia de dejar de fumar para mejorar la salud de los diabéticos. Dejar el tabaco no solo ayuda a controlar mejor los niveles de glucosa en sangre, sino que también reduce significativamente el riesgo de complicaciones graves. La OMS promueve programas de cesación tabáquica como una intervención clave para los pacientes con diabetes, ofreciendo recursos y apoyo para aquellos que desean dejar de fumar.

La FAD también recomienda una serie de medidas preventivas, como mantener una dieta equilibrada, realizar ejercicio regularmente y seguir las indicaciones médicas al pie de la letra. «Dejar de fumar es una de las decisiones más importantes que una persona con diabetes puede tomar para mejorar su salud a largo plazo», afirmó el médico Jorge Rodríguez, integrante de la FAD.

 

Fuentes:

Organización Mundial de la Salud (OMS)

Federación Argentina de Diabetes (FAD)

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